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Desarmando un sueño, desmontando una ilusión

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Ya han pasado unos cuantos meses desde aquel día en que perdí a mi niño, mi hijo. Mi cuerpo físicamente ya se ha recuperado, ya no necesito los cuidados médicos, (tras el aborto que sufrí), desde hace varias semanas o quizás algo más, no lo sé, no lo puedo precisar. Me miro al espejo y sí, veo la misma figura de antaño, sin embargo me siento extraña, me cuesta reconocerme, sí soy yo, pero no, algo en mí es diferente. Me siento desubicada, como si una parte de mi vida no la hubiese vivido sino soñado. Intento enlazar una y otra vez mis recuerdos, entender lo que ha pasado, encontrar una lógica a lo acontecido, pero por más que me esfuerce no hallo explicación. En mi mente una y otra vez aparecen flashes de lo sucedido y en mi cabeza sigue el eco de aquel doctor:  " Has tenido un aborto espontaneo , ya lo hemos resuelto." Estoy aparentemente sana, pero me falta fuerza para mantenerme en pie, desde hace meses un tremendo cansancio se apodera de mí y entro en un dulce leta...

Ellos también sufren...

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Sí, claro que sí, los PADRES también sufren. Ellos al igual que la mujer, pierden a "su futuro hijo" en el mismo momento y de igual modo que la madre gestante. ¿Por qué no reconocer su duelo igual que en la mujer? Muchos de vosotros diréis: no es comparable, la mujer sufre los cambios en su cuerpo durante la gestación, y eso pesa. No os falta razón, ellos no sufren en su propia piel la gestación como tal, pero comparten con la futura madre LA ILUSIÓN de convertirse en padre. Esa ilusión es alimentada a través de la imaginación, cuando fantasea sobre que hará junto a su hijo cuando... Esa ilusión crece aún más con todos los momentos y vivencias que comparte con su pareja y madre de su futuro hijo: citas médicas, compra de enseres, conversaciones sobre el futuro, entre otros ejemplos. En el momento que se produce una aborto espontáneo, el hombre también se puede mostrar preocupado, y triste y de cara al entorno esto es lo que se espera por su parte. Sin emba...

Si yo te sentía...

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Todos, quien más y quien menos, conoce o ha conocido alguna mujer embarazada, quizá una amiga, una hermana, incluso tú misma. Si es así, recordarás la emoción con la que ella y su pareja vivían ese tiempo de espera para poder ver y abrazar a su bebé. Seguramente tú misma/o te habrás emocionado de la misma manera que ellos dependiendo de la cercanía que tuvieseis. Cuando ocurre una muerte gestacional, toda esa ilusión, esa alegría, parece que se esfuma, y evidentemente, es así. Un embarazo es un proceso biológico que implica una serie de cambios constantes (el feto se desarrolla día a día en el vientre materno) y los efectos de estos cambios a nivel físico y emocional los percibimos de manera gradual. Por esta razón son esenciales los controles médicos maternos. Aunque los controles médicos están muy protocolizados hoy en día, hemos de decir que ante cualquier situación excepcional que se detecte previa o a lo largo del embarazo en relación a la salud de la madre o del hijo, ...

Y de repente... no hay nada

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Tras varias semanas encontrándome rara decidí pedir cita con mi médico de familia. Ya en la consulta y después de hacerme unas cuantas preguntas, él considera hacerme una analítica de sangre y orina y que tras los resultados veríamos lo que hacer. Me hice las dos, siguiendo lo dicho por mi médico. Al cabo de una semana mis síntomas no mejoraban, al contrario, habían empeorado un poco, especialmente de mañana; por suerte, esa mañana en la que peor me encontraba, tenía la cita para recoger los resultados, por fin me darían algo que me ayudase a mejorar. Deseando estaba de ello, así que sin mucho pensar me duché y arreglé como otra mañana y apenas sin poder desayunar por el revoltijo de estómago que tenía, me fui directa al centro de salud. Llegué, saludé al resto de personas que pacientemente aguardaban su turno para ser atendidos y me senté a esperar el mío. Mi malestar se incrementaba por momentos, y yo achacaba este incremento a las prisas por intentar llegar a tiempo a mi cit...

La huella de no poder ser madre o padre

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La mayor parte de las mujeres que no logran ser madres deben enfrentarse cada día a situaciones donde se habla o hay niños implicados: en eventos familiares, en reuniones con amigos, en el trabajo y en un sin fin de situaciones diarias. Cuando una mujer o pareja reciben el duro golpe de su imposibilidad de ser madre o padres por infertilidad u otros motivos, en un primer momento, de una manera u otra, reciben apoyo de su entorno más cercano, intentando evitar comentarios acerca de la maternidad o paternidad e incluso eventos que hagan referencia a ello. Sin embargo, a medida que corre el tiempo y que la mujer o pareja retoma su rutina, ese apoyo pierde intensidad, y además crece la incomprensión y cierto malestar en el entorno ante la expresión de la tristeza, ya que no la consideran oportuna. El deseo de ser madre o padre no se forma en días o meses, sino que se genera durante años , incluso en los primeros años de vida durante la infancia o en la adolescencia. S...

Reproducción asistida fallida : el duelo silenciado

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Existen muchas mujeres y hombres cuyo deseo de  ser madres o padres  constituye uno de sus principales objetivos vitales. A veces, por diversos motivos, lograr tener esa descendencia no es tarea fácil. Muchas de esas personas sienten su deseo de maternidad o paternidad como el centro de su vida, siendo para ellas  una necesidad vital . Por tanto, no conseguirlo genera frustración, tristeza y baja autoestima. Un gran número de estas mujeres o parejas deciden embarcarse en tratamientos de fertilidad, pudiendo conseguir resultados positivos que lleven a un embarazo y alcanzar su meta tan deseada: tener un hijo. Sin embargo, otras muchas obtienen sucesivos resultados negativos, aumentando su frustración, malestar, miedo al fracaso, desánimo..., a lo que se añade un  sentimiento profundo de pérdida , cuestionándose todas las facetas de su vida. Un proceso de reproducción asistida: ¿una esperanza? Casi todos hemos oído hablar de los procesos de Reproducción ...

Quiero ser madre / padre y no puedo: una ilusión rota.

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Muchas personas ya sea en solitario o en pareja desean fuertemente ser padres/ madres. Sin embargo a pesar de numerosos intentos, de su constancia y de su firme deseo no logran serlo. Estas personas y parejas están  sometidas a constantes decepciones que hacen mella en su autoestima y en el sentido de sus vidas. No es extraño que si ser madre o padre es una necesidad vital en estas personas o parejas, éstas queden sumergidas en una profunda desolación y por qué no decirlo, en una depresión. Ellos también están pasando por un duelo, que debe ser reconocido y apoyado. Para ellos el no ser madres o padres supone renunciar de manera casi obligada y con cierta resignación al sueño de la maternidad y paternidad y por tanto a un estilo y proyecto de vida, añorado y construido en su mente y corazón durante años. Un "NO" que rompe en pedazos Tras muchas decepciones, llega un momento que estas personas y parejas se quedan sin opciones, sin alternativas, sin esperanza...