Quiero ser madre / padre y no puedo: una ilusión rota.

Muchas personas ya sea en solitario o en pareja desean fuertemente ser padres/ madres. Sin embargo a pesar de numerosos intentos, de su constancia y de su firme deseo no logran serlo.

Estas personas y parejas están sometidas a constantes decepciones que hacen mella en su autoestima y en el sentido de sus vidas. No es extraño que si ser madre o padre es una necesidad vital en estas personas o parejas, éstas queden sumergidas en una profunda desolación y por qué no decirlo, en una depresión.

Ellos también están pasando por un duelo, que debe ser reconocido y apoyado. Para ellos el no ser madres o padres supone renunciar de manera casi obligada y con cierta resignación al sueño de la maternidad y paternidad y por tanto a un estilo y proyecto de vida, añorado y construido en su mente y corazón durante años.

Un "NO" que rompe en pedazos

Tras muchas decepciones, llega un momento que estas personas y parejas se quedan sin opciones, sin alternativas, sin esperanzas. Ese NO, es un terremoto interno que destruye a la persona o a la pareja de manera silenciosa pero devastadora. NADA queda en pie, no hay sustento al cual aferrarse para salir adelante, todo pierde su sentido.

Es en esos momentos cuando la confianza en uno mismo desaparece por completo, no encuentras aliados en tu lucha, sino enemigos, TÚ mismo te conviertes en tu juez y tu verdugo, y las cadenas que te atan son la culpabilidad, la impotencia, y un tanto de vergüenza y sentimiento de inferioridad respecto a otra parejas conocidas que sí son padres. Nada ni nadie les reconforta. El dolor por dentro es inmenso. Sin embargo, la sociedad lo minimiza, y obliga a las personas o parejas en esta situación a esconderlo y a vivirlo en la más absoluta soledad e incomprensión.

Si hacemos un acto de empatía hacia ellas, no nos resultará difícil comprender los cambios de humor y de rutinas repentinos, el rechazo a estar en compañía de otros (incluso de personas allegadas y queridas), y su deseo y/o necesidad de estar en soledad. Ellos están viviendo una profunda tristeza, se están despidiendo de un sueño, de una ilusión. Ellos están en duelo, y su duelo debe ser respetado, comprendido y apoyado.

Reconstruirse a uno mismo: buscar un nuevo rumbo

Reconstruirse no es tarea fácil, no es cuestión de minutos, horas, días, sino de meses o incluso años. Por lo tanto, es un proceso más o menos largo (dependiendo de la personalidad de cada uno y sus circunstancias), pero lo que sí es seguro que es un proceso complejo.

La persona o la pareja se ven obligados a afrontar un estilo de vida diferente al construido con ilusión durante años y eso supone implícitamente cambiar su escala de valores y sus prioridades. Es buscarse a uno mismo y encontrar un nuevo lugar donde encajar. Hay que encontrar una nueva fuerza interna.

¿Cómo ayudar en estos casos?

La mejor forma de poder ayudar en estos casos es tener el apoyo emocional de la familia o allegados, y contar con apoyo psicológico profesional que guíe el proceso hacia un objetivo que aporte un bienestar en el presente y en el futuro.

Aquí os dejamos algunas ideas que os pueden ayudar:

PERSONA EN DUELO	FAMILIA / ALLEGADOS
Permítete  expresar  sentimientos, pensamientos, emociones, dando tiempo y lugar para ello. Expresarte ayuda a los demás a conocer cómo te sientes. Puede ser útil, escribir, leer testimonios similares al tuyo…	Permítele expresar  sentimientos, pensamientos, emociones, dando tiempo y lugar para ello. Intenta no restar importancia a los sentimientos del otro. Restar importancia genera un sentimiento de incomprensión, malos entendidos y aislamiento social del otro.
No te juzgues: desecha los "deberías",  o expresiones negativas o de obligación, no ayudan, solo  recuerdan  lo que  no  se logra.	No juzgues: desecha los "deberías",  o expresiones negativas o de obligación, no ayudan, solo  recuerdan  lo que  no  se logra.
Esfuérzate por hacer pequeñas cosas diariamente.	Ayuda a la persona a retomar una rutina  gratificante.
Enfócate  en tus virtudes, en tus aficiones.	Refuerza lo positivo de la persona y hazle sentir querida y valorada.
Busca y acepta ayuda en aquello que necesites.	Muéstrate dispuesto a ayudar en aquello que necesite y/o te pida.
Mantén un equilibrio entre descanso y actividad. Es muy normal que en las primeros días o semanas te sientas más cansado, pero debes procurar equilibrar de manera paulatina tu actividad física y tiempo de descanso.	Respeta el tiempo de descanso: el cansancio emocional tiene efectos tan importantes como el físico. Respeta el ritmo del otro. Ayúdale a equilibrar de manera progresiva la actividad física y el descanso.